"No hay daño tan grande como el del tiempo perdido"Pero esperemos que ese daño no me toque muy de cerca.
EL ser humano contínuamente piensa en ideas, las desarrolla en su cabeza..las da vueltas. Y después llega la mejor parte: ¿lo hago? ¿sí o no?
A menudo lo hace; puede salir bien o puede salir mal. Si sale bien, seguirá adelante con ello; si sale mal, aprenderá e intentará mejorar para no volver a caer en el mismo error.
Pero a menudo, el ser humano, NO lo hace. Directamente se queda pensando si debería hacerlo o no...mira los pros, mira los contras, y ninguno le lleva a la acción. Eso amigos, es el tiempo perdido. El tiempo que derrochamos en divagar a cerca de ideas que sólo rondarán por nuestras cabezas, y que nunca nos atrevemos a llevar a cabo. No arriesgamos, no somos valientes, no decimos ¡ SII POR QUÉ NO!
Nos falta decisión, nos faltan ganas; el ser humano se convierte poco a poco en un ser liviano y conformista, sin alicientes y sin motivaciones. Y es algo que debería cambiar.
¿Por qué a veces nos cuesta tanto abrir la boca y soltar ese chorro de palabras que tanto nos come por dentro? ¿Por qué dejamos que se sedimente en nuestro interior y poco a poco se transforme en un cemento muy difíícil de quitar??
Tenemos que aprender a decir todo lo queremos decir, a quién queremos decírselo y cuándo queremos decírselo. Porque no hay mayor sensación de plenitud que decir lo que uno quiere, siendo consciente de que la respuesta puede que no sea lo que más deseamos, pero al menos, hemos sido capaces de eliminar de nuestro interior aquello que nos atormentaba.
Esto se lo dedico a todas las personas, incluída yo, que a veces no nos atrevemos a decir, no sé si por miedo, por inseguridad o por exceso de deseo, las cosas que pensamos hasta en nuestro sueños.
Ánimo.